‘Primero ve a reconciliarte con tu hermanoʼ

Hay textos de la Biblia que, sacados de su contexto, se entienden inadecuadamente.

Uno de esos es Mt 5, 22-24.

Para analizarlo, usemos la traducción que todavía hoy utiliza la Iglesia para citarla en sus documentos oficiales: la Vulgata, traducción hecha por san Jerónimo, Padre de la Iglesia y patrono de las Sagradas Escrituras:

«Quien quiera que se enoje con su hermano merecerá que el juez lo condene. Y el que lo llame “Raca” merecerá que lo condene el concilio. Mas quien lo llamare “fatuo”, será reo del fuego del Infierno. Por tanto, si al tiempo de presentar tu ofrenda en el altar, allí te acuerdas que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja allí mismo tu ofrenda delante del altar, y ve primero a reconciliarte con tu hermano.»

Aquí hay 2 palabras que requieren explicación de su significado:

Raca: Vocablo que entre los rabinos denota desprecio. En realidad, significa “estúpido”. Entre los judíos, era el comienzo de una maldición, razón por la que Jesús condena su utilización.

Algo parecido ocurre con la palabra fatuo: que significa: falto de juicio, privado de la razón, de escaso entendimiento; en el Español actual se diría hoy: “imbécil” o: “cretino”.

Con estas nociones, queda claro que Jesús estaba explicando lo que dijo al comenzar: «Quien quiera que se enoje con su hermano…». Dicho en otras palabras, Jesús quiere que entendamos que no podemos insultar a alguien —ofenderlo— e irnos tranquilos a presentar nuestra ofrenda a Dios, pues estaríamos ofendiéndolo a Él: «cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis» (Mt 25, 40).

Así, pues, debemos unir toda la cita para entenderla, tal y como Él quiso decirla.

Lo mismo ocurre con la idea final de esa misma cita: cuando Jesús dice: «si al tiempo de presentar tu ofrenda en el altar, allí te acuerdas que tu hermano tiene alguna queja contra ti». Lo que quiere decir es: por ofender a tu hermano llamándolo: “estúpido” o “imbécil”, es decir, por herirlo, por faltar a la Caridad, no debes llevarme ofrendas.

Es muy importante que entendamos que la razón por la cual «tu hermano tiene alguna queja contra ti» es el HABERLO OFENDIDO. Esto quiere decir que si él —tu hermano— tiene otras quejas contra ti, distintas a una causada por haberlo ofendido, sí puedes presentar tu ofrenda: si, por ejemplo, no se queja porque lo ofendiste, sino porque no te comprendió o porque imaginó que lo ofendiste o porque te juzgó inadecuadamente o porque tú le caes mal o porque no te soporta… En estos casos puedes presentar tu ofrenda, sin ningún cargo de conciencia.

Sería muy bueno que leyeran esto quienes cuestionan al Papa:

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“Bajo la capa de un falso celo por la perfección cristiana, se esconde a veces un refinado orgullo que todo lo critica, de todo se escandaliza, de todo se queja, y al fin se propasa hasta indisponer a los inferiores contra los superiores.”

San Gregorio Magno